EL EQUILIBRIO NUTRICIONAL

   Una alimentación saludable no solo tiene que ser variada y equilibrada sino que además debe adaptarse a nuestros requerimientos nutricionales según edad, sexo, situación socio-cultural y nivel de actividad. Por tanto, debe proporcionarnos un EQUILIBRIO NUTRICIONAL, conforme a nuestras requerimientos o características individuales.

    Ello implica que el aporte energético que nos proporcione deben satisfacer las necesidades de nuestro organismo para que ese balance de energía sea nulo (sin exceso y sin defecto) y que el aporte de nutrientes sea también el adecuado a nuestras necesidades. Para un correcto aporte energético podríamos calcular la necesidad calórica diaria, según nuestra situación personal.

    Este equilibrio energético se obtiene distribuyendo la energía de los MACRONUTRIENTES ORGÁNICOS  en la siguiente proporción:

                                                                      50-60%         12-15%        30-35%

       

    Para conseguir el EQUILIBRIO NUTRICIONAL, tendremos que tener en cuenta:

• Tomar la cantidad suficiente de agua.
• Proporcionar los hidratos de carbono (glúcidos) y lípidos necesarios para cumplir la función energética.
• Aportar las cantidades de proteinas necesarias, asegurando la presencia de proteínas de alto valor biológico.
• Asegurar la cantidad necesaria y recomendada de vitaminas y minerales en la alimentación diaria.
• Incluir cantidad suficiente de fibra en la dieta.