La dieta mediterránea es un buen ejemplo de nutrición saludable. En los países bañados por el Mar Mediterráneo y
su zona de influencia, la alimentación diaria tiene especiales connotaciones
culturales y socioeconómicas. El hecho de que en estos países la incidencia de
enfermedades cardiovasculares y determinados tipos de cáncer sea menor llevó a
estudiar el papel de la dieta en esta cuestión.
Investigaciones llevadas a cabo desde los
años 70 por determinadas organizaciones y universidades de prestigio concluyeron
en la reafirmación de estos datos y encontraron la relación entre la aparición de
estas patologías según la dieta de los diversos países.
Así, en 1993 se introdujo el concepto de “Dieta Mediterránea” como un nuevo
paradigma de lo que representa una alimentación ideal para lograr una dieta saludable y equilibrada. Hoy día,
los beneficios de la Dieta
mediterránea sobre la salud y la evidencia de su papel en prevención de enfermedades crónicas son mundialmente conocidos y
valorados.
Como pauta de la alimentación de la
población adulta sana, se creó una Pirámide
de la Dieta Mediterránea
que establecía pautas alimentarias de cumplimiento diario, semanal y ocasional como la publicada por la Sociedad Española
de Nutrición Comunitaria (SENC) en 2004. Pero para adaptarse a los
nuevos tiempos se ha creado una nueva Pirámide de la Dieta Mediterránea:
Como novedad, esta nueva pirámide añade estilos de vida en la parte inferior
como actividad física diaria, descanso adecuado, convivencia, biodiversidad y
estacionalidad, uso de productos tradicionales, locales y respetuosos con el
medio ambiente y actividades culinarias. Esta pirámide según la Fundación de Dieta
Mediterránea, se ha planteado desde el consenso internacional y basándose en
las últimas evidencias científicas en nutrición y salud.
En definitiva,
podríamos definir la Dieta
mediterránea como una “forma de
alimentación basada en un elevado consumo de cereales, frutas, verduras,
hortalizas y legumbres, incluyendo los pescados y el aceite de oliva como
fuente principal de grasas y con bajo consumo de carnes y grasas saturadas,
todo ello en un entorno de hábitos
saludables: actividad física y ocio al aire libre”.
Es un buen
ejemplo de dieta variada, nutritiva, apetecible y saludable, que además ayuda a
prevenir enfermedades crónica relacionadas con la alimentación. Fue declarada
por la UNESCO “Patrimonio Inmaterial Cultural de la Humanidad” en 2010.
Mas información en la web “Fundación Dieta Mediterránea”: dietamediterranea.com